¡Muselina para todo! El primer uso de la muselina es envolver o arrullar al bebé. Ello les produce una sensación segura y acogedora que les recuerda al vientre materno, logrando disminuir su ansiedad y facilitar su descanso. Su gran tamaño permite darle infinidad de usos.
Cuidado sencillo: permite su lavado a máquina (40º) y utilizar secadora a baja temperatura. No planchar.